Que bonito poder ver la ilusión, el amor, y el cariño, que una madre siente solo por la ilusión de sentir que su hija es feliz.
Que bonito sentir los nervios, el trabajo, la creatividad desbordante de una madre, solamente para que su hija mantenga esa ilusión.
Que bonito ver que todo eso es recíproco.
Y que bonito ver la ilusión en sus ojos al ver las fotos.
(Oscar: También fué muy bonito ver como jugabas y entretenías al resto de los niños. Sin tí, hubiera sido imposible. Jeje)
Sandra Sastre